sábado, agosto 16, 2003

Cumpleaños

Hoy es su cumpleaños, Cuando cumplió los 30 tampoco lo pasamos juntos.

Estoy en Lisboa con los chicos. Me pidió quedarse sola, irse para reponer fuerzas; pensar, y alejarse del agobio de no tener fuerzas para atender a los niños.

Fue el sábado o el domingo, ya no recuerdo, después de una conversación con alguien de su familia que ponía en duda la oportunidad de lo que estaba haciendo. Creo que ella ya había pensado en que nos fuéramos nosotros solos, sin ella, y creo que lo pensó para que nos fuéramos acostumbrando a que esta es una familia separada.

Son ahora las cuatro de la tarde (en Madrid) y ya hemos hablado por el móvil con ella tres o cuatro veces. Ayer en el viaje también: ayer se le notaba en la voz algo de congoja, hoy ya no; estuvo una amiga en casa con ella hasta bastante tarde y supongo que eso la ha ayudado a centrase y encontrar una parte de lo que estaba buscando con esta distancia de los niños y mía. La sensación de individualidad. Es algo mas que la autonomía personal.

En el libro de ‘Corazón tan Blanco’ de Javier Marías que estoy leyendo estos días (era una lectura atrasada, y que me está emocionando) un personaje dice que miedo y pena se confunden; yo espero que esto salga bien y la pena que siento no se si es miedo a esta nueva situación a la que nunca había pensado que me tuviera que enfrentar. Hace unos años soñé que ella me dejaba y me desperté de madrugada sobresaltado: me pasó como cuando se sueña que te mueres, que te despiertas porque tu mente –aunque te ha llevado hasta este ese límite- no sabe como seguir el sueño, por que le falta la información o la experiencia de qué hay mas allá de esa frontera.