domingo, mayo 30, 2004

Cuarentena

Hace un par de semanas, después de una gestión doméstica por el centro, me
metí al Fnac de Callao. No buscaba nada en concreto así que el sonido que se
escapaba desde la sala de actos llamó mi atención. El monitor de la entrada
mostraba a una mujer que me resultaba levemente conocida (una periodista?)
que hablaba a la concurrencia. El calendario mensual de actos me informó que
se trataba de la presentación de un libro, "Informe sobre mí
mismo"
de un desconocido autor francés. No intentaré desentrañar los
mecanismos químico-neuronales que hicieron que treinta segundos después me
encontrara sentado en la sala participando, pasivamente, en el discreto
evento; no mas de treinta personas en una ciudad de mas de tres millones.

La periodista alababa los hallazgos literarios del libro, aludía, sin
desvelarlas, a las escabrosas historias de todo tipo que el autor contaba de
su propia vida; leyó la primera página y media del libro y dio paso al
autor. Éste procura ser ingenioso durante los quince o veinte minutos que
dura su charla; dos o tres preguntas del público, y se termina.

De los artificios literarios a los que alude la presentadora, uno llama mi
atención y hace que en la tercera planta de la tienda, al pasar frente al
taco de ejemplares del libro, lo hojee y lo compré (colmatando mi exiguo
presupuesto mensual para actividades de ocio).

Narra el autor que a los cuatro años tuvo una enfermedad infecciosa grave, a
consecuencia de la cual fue puesto en una cuarentena rigurosa, y de la que
salió habiendo perdido el sentido del olfato. Él cuenta que desde los veinte
años había pensado que su vida empezaría a ser vivida de verdad a partir de
los cuarenta. La llegada a esa meta cronológica coincide con la
ruptura/salida de una relación tormentosa con una mujer -Laurence, a la que
él rememora haciendo jugar al idioma de Moliere como L'eau rance -. En un
salto en el tiempo (de los que el libro está lleno) el autor recupera
aquella cuarentena infantil como causa o tal vez efecto y resalta la
identidad de ambas situaciones: igual que los gérmenes quedan latentes en el
organismo pese a los antibióticos, "dándome un hijo, Laurence se las ingenió
para no salir nunca del todo de mi existencia".

Por el autor me entero (no sé si lo había leído antes, pero lo había
olvidado) de que el año que nací fue bisiesto; él nació un mes y siete días
antes que yo. Al terminar su cuarentena escribió este libro; a ver que
Informe sobre mí mismo puede salir de este blog.