miércoles, octubre 01, 2003

El enemigo que te venció

No quiero escribir aquí de la guerrillas que se van generando en la descomposición de lo yo creí que era una vida de pareja casi perfecta. Sin embargo, se me irán escapando, seguro, porque cada una de ellas es un zarpazo, y cuando algo duele, uno grita.

Pero no, igual que en las Variaciones musicales, hay que volver al "Aria de capo", al tema central. Conseguir desvestirlo de agravios, incomunicaciones, malentendidos, obcecaciones... ¿La quiero? ¿Soy capaz de amarla como ella se merece? ¿o la he querido tan sólo como a mi me merecía la pena?

Envidio sinceramante a las personas que lo tiene todo claro. A los que son capaces de aconsejar a los demás que vivan como ellos. Yo soy bueno, los demás que aprendan o apechuguen con lo suyo; blanco y negro; bien hecho, mal hecho.

El relativismo no te deja sentir la seguridad bajo tus pies, el que hace falta para tomar impulso hacia uno u otro lado, o para estarte quieto, tranquilo, seguro en tu metro cuadrado de vida.

¿O me estoy engañando a mi mismo, pensando que la mía es una actitud relativista, ecuánime, cuando en realidad no es mas que inseguridad personal, debilidad de carácter (oculta tras una pose de flexibilidad, ecuanimidad...etc)?. ¿Me está doliendo todo esto porque la pierdo a ella, o por descubrir algo que no me gusta de mi mismo?.



Qué lamentas tú, necio?
si llenaste de vacío los silencios

Qué te dueles tú, necio?
si dilapidaste la fortuna de haberla conocido

Porqué lloras tu dolor?

Rinde tu posición, entrégala,
pero sé consciente de que
dentro de ti estuvo
el enemigo que te venció